VELOURIZ, BREVE REPORTE OTOÑAL
La lluvia incesante nos regala la oportunidad de reportar, de compartiros los progresos de este proyecto que anhela ser también vuestro. La lluvia que no se detiene nos permite ensayar breve y conciso relato. El agua nos vuelca para adentro, a la búsqueda de ese Sol interior con el que todos anhelamos identificarnos cada día un poco más. Ser cada vez más Sol aun con el cielo encapotado, es decir cada vez más alegría, generosidad, calor, en definitiva, genuino amor, es lo que en definitiva da sentido a nuestra permanencia en la carne.
La lluvia tenaz, a veces inmisericorde, nos reencuentra con el preciado teclado. La paleta, el pico y la pala han tenido entretenidas unas manos que suspiran empezar a saludar con recios callos en la piel. Desde dentro de una caravana que goza ya de espléndido cobertizo os compartimos algo de lo vivido por Velouriz en las últimas diez jornadas.
Los días pasados, la lluvia inclemente nos han permitido también escuchar los relatos de nuestro amigo Óscar a lo largo y ancho del mundo. Sin salir de la cabaña de piedra nos hemos trasladado a lugares remotos y exóticos. Cuando conocimos a Óscar y su planetario en el camping de Artaza nos llevó en una noche de verano, bajo una lona de nylon, a un viaje inolvidable por las estrellas infinitas.
Ahora, a la vera del fuego, en nuestra cabaña de piedra hemos ido saltando de continente en continente. Después de varios días echándonos una mano, ya ha marchado Óscar con su pequeña furgoneta a hacer gran bien en otro lado. Ha partido con sus oportunos consejos, su optimismo infatigable, su ayuda sabia y desprendida, sus relatos de viajes por África y Oriente… En medio de las dificultades que estamos encontrando, el proyecto concede la oportunidad de convivir con personas como él, de una valía extraordinaria, conocerlas más, inmantarnos de ellas
Con su ayuda hemos terminado de montar el nuevo túnel de plástico. Ya lo hemos ya llenado de trastos. En la ruina con toldos se había echado a perder mucho material. Ha sido preciso sacar al breve y tímido sol de la pradera gran cantidad de tiendas y carpas. Ya pusimos cobertizo también a la caravana desde la que escribimos. Los chaparrones inclementes también nos cogen cada vez más guarecidos. En los austeros baños ya hay un pequeño calentador solar que alegra la piel y dulcifica un poco esta vida rigurosa (¡Montón de gracias Enrique!)
Julien sigue sacándole soberbio pan a un horno que parecía de museo. La vecina, Rosa, nos trae queso fresco recién hecho y el amigo Adrián patatas, cebollas y acelgas. La finca nos regala en desbordante abundancia castañas y bellotas y el prado “lepiotas” que llenan una sartén tras otra. La huerta aún se estira y nos permite recoger todas las mañanas pequeños tomates y pimientos con los que alegrar la cazuela. Grandes calabazas en forma de puré van cayendo a las noches…
Vamos encontrado escondido sentido a todo esto. A menudo muchas preguntas se amontonan bajo la lluvia, sobre el inmenso prado, junto al musgo tempranero…, pero el trabajo colectivo nos libra de pesarosos interrogantes. Surgen los cuestionamientos sólo hasta que comenzamos a sudar la gota gorda, hasta que nos ponemos a mover entre los cuatro hombres grandes piedras con las que ya estamos rehaciendo una ruina. El esfuerzo compartido nos aúna e imprime vigor a nosotros y al proyecto.
Finalmente, la casa de madera la dejaremos para la primavera. Oscar nos desaconsejó meternos en ese jaleo en vísperas del invierno gallego. Por eso nos hemos puesto a arreglar la pequeña ruina que hará las veces de almacén.
Reitero de gracias a cuantos nos habéis ayudado a que todo este proyecto se mantenga y progrese. Nos mantenemos abiertos a la integración de nuevas almas. Hemos tomado un ritmo constante y serio de recogimiento, oración y trabajo. Aquí hay bosque, piedra y prado para muchos. ¡Sentiros bienvenidos/as!
Velouriz 26 de Octubre de 2024
ESTAMOS EN "CASA"
Hemos hecho un largo camino hasta este poblado abandonado. Empapados hasta los huesos estamos en Casa. Con la lluvia que no cesa, que invita a la melancolía; entre el barro, entre las ruinas, con sudor, con cansancio estamos en Casa… Thích Nhất Hạnh siempre en nuestra mente, en nuestro presente. El inmortal monje vietnamita siempre nuestro Norte.
Cada instante se pretende consciente y presente. Balbuceamos oración al detener las máquinas. Estamos en Casa porque cantamos a la mañana y cantamos a la noche, porque permanecemos unidos, porque abrigamos en nuestro corazón un proyecto para el mundo, porque sólo queremos servir a lo Alto, porque trabajamos para la gloria de Dios y su Plan Superior para esta Tierra bendita.
Los “pesegos” e higueras siembran sus últimos dulzores en la pradera mojada. Los castaños engordan silentes su pulpa blanca en el corazón del bosque. Setas y hongos acuerdan sorprendernos al unísono en medio del verde inmenso. Los pequeños tomates siguen poniendo color a las matas verdes y a nuestra mesa de tapete oscuro. Las gallinas aguardan impaciente las llaves de su nueva casa... Nosotros también aguardamos con ilusión un nuevo hogar, poder iniciar nuestro próximo emprendimiento.
Si quieres apoyarnos, en esta página tienes la info del proyecto.
Muchas gracias por adelantado
ACOGIDA
Queridos amigos:
Hasta el presente hemos llamado a vuestras puertas para pediros apoyo, ahora, que hay mínimas condiciones, queremos hacerlo para invitaros a gozar del espacio, a pasar hasta el fondo de su prado.
Ya conocéis el lugar, ahora sentirlo como algo vuestro. Podamos anclar en él una vibración de recogimiento, de armonía, de paz. Aquí tenéis un lugar bello, bien es verdad que aún sumamente austero, para poder retiraros unos días del mundo y hallar un merecido sosiego.
Dada su amplitud, nuestro mayor anhelo es que pueda servir también como un espacio de retiros, que el mayor número de personas pueda gozar de este lugar y apartarse del mundo cuando lo necesita. Después de la peregrinación seguimos preparando con toda nuestra ilusión el espacio. Poco a poco hay más comodidad y plazas en las caravanas. Pronto, gracias al grupo de Córdoba, contaremos también con el altillo en la casa madre de piedra.
Si queréis disfrutar de unos días en Velouriz, no tenéis más que contactarnos. Un abrazo fuerte y sentido.
MOTOSIERRA
Cuando la motosierra empieza a rugir en medio del sagrado silencio del bosque deberemos hacer interior silencio. En la mente de quien maneja la estruendosa máquina se deberán plantar unos mayúsculos e ineludibles interrogantes.
Algo en mí no termina de sentirse cómodo con la motosierra. Me asusta su estruendo, me carga con demasiadas dudas. La Vida pone en nuestras manos unas máquinas demasiado poderosas para nuestro relativo nivel de conciencia. No es nada fácil hacer un uso adecuado y contenido de ellas.
El ser humano ha de reflexionar seria y profundamente sobre las eficaces herramientas que el presente coloca a nuestro alcance, hemos de meditar sobre todas sus consecuencias. No se trata de volver a la edad de piedra, pero hemos de ser consecuentes, ocasionar el menor perjuicio con el progreso. Todo avance tecnológico deberá ir imbuido de esmerada responsabilidad y apurada conciencia.
VIEJO HORNO, PRIMER PAN
Donde hay pan hay esperanza, comunión y mañana. La brasa observa con sus ojos tan tímidos como fulgurantes levantarse la masa en el horno rehabilitado.
Hoy Velouriz cobra más llama y futuro. Hoy es un día grande para el proyecto. Cenaremos nuestro propio pan, amén de pizza con pimientos y queso. Las viejas paredes de piedra han querido volver a hornear el pan de cada día. Habían permanecido frías durante decenios sin nadie que les encendiera un fuego y calentara. Julien ha fijado toda su ilusión en esas piedras abobedadas ocultas entre la maleza, ha amasado con cariño e introducido la masa a la vera de la brasa de las ramas. Gracias hermano por poner pan en la mesa y recorrido en nuestro empeño colectivo.
Ojalá en la peregrinación que ya se anuncia desde Velouriz (www.aroa.eus) podamos disfrutar del pan de Julien cocido con cariño y levadura madre en horno de leña.
Velouriz 19 de Julio de 2024
NO SON RUINAS, ES HERENCIA SAGRADA
Nuestras ruinas de hoy son sus hogares de ayer. Pedimos permiso y nos adentramos en esos habitáculos humeantes y sombríos. Pedimos permiso y tomamos asiento junto a su lumbre. Nos unimos a su mundo, a sus cuitas, a sus preocupaciones, a su órbita de pensamiento y sentimiento…
Levantar las ruinas es hacer honor al pasado. Cada piedra que levantamos nos conecta con quien en su día la busco, acarició y talló con cariño y cuidado. Rehacer las ruinas es vincularnos a las generaciones que nos precedieron, agradecer su pesado legado pétreo, también su legado más ligero. Levantar ruinas es rendir honor a quienes tanto sudaron y trabajaron para gozar lo que que hoy gozamos. No son zarzas, no son escombros, nos son ruinas, es herencia sagrada.
A la noche, en sueños seguimos buscando piedras planas para el muro. Estamos adecuando estas ruinas para el futuro, para poder disponer de la casita rehabilitada en nuestro próximo campamento-peregrinación (www.aroa.eus) Quiera Dios que podamos terminar a tiempo la tarea.
Velouriz 17 de Julio de 2024
CAMPO DE TRABAJO EN VELOURIZ.
HASTA EL 24 DE JULIO.
Hace ahora año un muy pequeño grupo de soñadores nos hacíamos con este terreno, con ocho hectáreas de prados y bosque autóctono a la vera de Melide, en el Camino de Santiago. Desde entonces y con la ayuda material y humana de muchos amigos hemos logrado poner agua y luz, hemos instalado grandes depósitos y colocado paneles solares.
Hemos llevado caravanas, colocado invernadero y comenzado a reformar la casa de piedra que se halla en mejores condiciones. También hemos instalado tres baños secos, tres duchas y dos fregaderos exteriores. Poco a poco hemos establecido unas mínimas condiciones para la acampada en el lugar, para hacer florecer la comunión en sus prados.
Con la llegada del buen tiempo y la ayuda de las personas que comulgáis con el espíritu del proyecto, deseamos dar un nuevo impulso al mismo. Hemos organizado este campo de trabajo que ya va por su cuarto día.
Seguimos con la ayuda del Cielo y vuestro apoyo con este proyecto que pretende ser un punto más de la nueva luz y de la nueva realidad, que contribuya a construir un mundo más fraterno, solidario, al tiempo que responsable.
PORCHE
Un punto de luz brillaba tras la cortina del diluvio. Es el futuro de comunión lo que nos ha permitido seguir atornillando y clavando bajo el aguacero. Bajo la lluvia incesante e inclemente era preciso visualizar la llama, la cazuela hirviendo, los hermanos peregrinos hambrientos a la espera de la comida que haremos con todo nuestro cariño... Más allá del agua que nos ha acompañado a lo largo de toda la semana, era preciso imaginar la ancha fraternidad que sobre el inmenso verde, si Dios quiere, pronto será.
Imaginar ese mañana soleado nos proporcionaba imprescindible alero. A veces los sueños se apostan tras una lluvia inacabable. El agua nos frenaba una y otra vez. Aún no hemos podido con el porche en el que cobijaremos si Dios quiere, la cocina para el campo de trabajo y la próxima peregrinación, pero no tardaremos, siempre el Cielo por delante, en ponerle la “txapela”…
Vinimos a la tierra a sabiendas de que trombas de agua caerían sobre nuestras ruinas y prados recién adquiridos. Cierta paz y satisfacción por el trabajo cumplido nos inundaba, de todas formas, al meter tantos kilos de ropa de trabajo sucia en la lavadora, días duros que han querido volvernos a graduar. Sentiros bienvenidos/as a estos aguaceros, sobre todo a los días de sol que juntos disfrutaremos en medio de ese inmenso verde.
Más info de la Peregrinación que, si Dios quiere, el 21 de Agosto realizaremos de Velouriz a Santiago en: www.aroa.eus/peregrinea
"¡HABRASE VISTO...!"
La merma de nuestra naturaleza inferior comporta el empoderamiento del Ser y en consecuencia de la inherente Comunión. Bendito "laboratorio" este en el que nos hemos comprometido. La vida comunitaria representa un ensayo acelerado de liquidación del ego. A menudo pone incluso en entredicho los roles y los rangos adquiridos. En nuestro caso, uno de los fundadores cuestionado por un simple colaborador/visitante, permitiéndose la licencia de incluso regañarle... "¡Habrase visto...!"
Verás tu importancia personal reducida a la nada y sin embargo en el refugio íntimo de tu caravana y de la noche con vela constatarás que en realidad todo habrá sido para bien. El permanente autoengaño al que aspira la personalidad es cuestionado y las máscaras del orgullo se aprestarán a caer. En verdad, sólo contribuyendo a fulminar esa importancia personal, lo colectivo podrá prosperar.
"Duele ergo existe..." y sin embargo estábamos destinados a acabar con él. En el fragor de la convivencia grupal es muy probable que el "ego" salga malherido. Después de esos momentos intensos, a menudo difíciles harás inevitable "evaluación de daños". Concluirás muy probablemente que en realidad has salido ganando. Tu verdadero Ser, al fin y al cabo, ha salido beneficiado y sólo hay que lamentar perjuicio del "ego".
Al principio te revelarás, pero después algo más sabiamente lograrás enmudecer ante la sorpresiva censura. Si el "ego" escuece es que aún goza de un exceso de salud y presencia. La Vida te aboca y anima por lo tanto a seguir deshauciándolo de tu verdadera Morada. Ni la Genuina Presencia, ni lo comunitario podrán prosperar con exceso de "ego". Esos golpes a la personalidad pasajera, esos sacrificios de tu condición primaria estaban en tu plan de vida. No se te ocurra olvidarlo...
* Finca de Velouriz al atardecer.
Velouriz 19 de Mayo de 2024
"CHOVE MOITO"
Un punto de luz brillaba tras la cortina del diluvio. Es el futuro de comunión lo que nos ha permitido seguir atornillando y clavando bajo el aguacero. Bajo la lluvia incesante e inclemente era preciso visualizar la llama, la cazuela hirviendo, los hermanos peregrinos hambrientos a la espera de la comida que haremos con todo nuestro cariño... Más allá del agua que nos ha acompañado a lo largo de toda la semana, era preciso imaginar la ancha fraternidad que sobre el inmenso verde, si Dios quiere, pronto será.
Imaginar ese mañana soleado nos proporcionaba imprescindible alero. A veces los sueños se apostan tras una lluvia inacabable. El agua nos frenaba una y otra vez. Aún no hemos podido con el porche en el que cobijaremos si Dios quiere, la cocina para el campo de trabajo y la próxima peregrinación, pero no tardaremos, siempre el Cielo por delante, en ponerle la “txapela”…
Vinimos a la tierra a sabiendas de que trombas de agua caerían sobre nuestras ruinas y prados recién adquiridos. Cierta paz y satisfacción por el trabajo cumplido nos inundaba, de todas formas, al meter tantos kilos de ropa de trabajo sucia en la lavadora, días duros que han querido volvernos a graduar. Sentiros bienvenidos/as a estos aguaceros, sobre todo a los días de sol que juntos disfrutaremos en medio de ese inmenso verde.
Más info de la Peregrinación que, si Dios quiere, el 21 de Agosto realizaremos de Velouriz a Santiago en: www.aroa.eus/peregrinea
¡VELOURIZ YA ACOGE!
Velouriz ha vivido un empuje enorme merced a Córdoba. Trabajábamos hasta que las sombras se comían el espacio al atardecer.. Todos los días la noche nos sorprendía a pie de obra. Gracias a las entrañables hermanas y hermano que vinieron del Sur, que hicieron más de doce horas de coche hasta el tajo, contamos ya con tres duchas, tres baños secos y dos fregaderos. Podemos recibir ya con dignidad a cuantos queráis acercaros al proyecto. Ya no será preciso la azada camino del castañal cuando el vientre apriete. Ahora abundante chorro de agua sobre la cabeza, ya no constreñido barreño bajo los pies; ahora podemos abrir las puertas del proyecto sin gran sonrojo.
Ley el Ritmo
Era la combinación ideal: muy acertada dirección, excelente tiempo, compañía y entorno de cuento. Hemos gozado de unos días espléndidos en su más ancho sentido. El reloj corrió sin horarios, sólo era frenado por la campana del recogimiento. Hemos podido disfrutar de esa fraternidad que se gesta vía rápida y rotunda cuando la entrega torna pura, cuando median el sudor, el cansancio y el objetivo compartidos; cuando todo está hilado por el Alto Ideal. Seguramente en el futuro no serán todos los días así. Por eso ahora cogemos fuerza, hacemos acopio de espíritu y coraje. Sabemos muy pocas cosas, pero conocemos la Ley del Ritmo. Al día sucede la noche y al momento espléndido puede dar continuidad el desánimo. Dios quiera fortalecernos ante la alternancia a veces inevitable. Sabemos que a esos días tan gratos, puede suceder el valle profundo, los episodios de dudas e incertidumbres, incluso jornadas aciagas. Ya las hemos transitado, pero entonces recordaremos cuando el sol brillaba en lo alto, la sonrisa era en todos los rostros y el canto “jondo andaluz” en todos los labios. Entonces recordaremos cuando en verdad fuimos Uno ininterrumpidamente en la obra, en la oración, en las comidas; cuando cada quien puso todo de su parte para que el emprendimiento saliera adelante.
En realidad, quisiéramos llenar nuestro entero vocabulario de ese alegre léxico andaluz. “Las nenas y los nenes”, apurando hasta el extremo el trabajo, empalmando los últimos cables, sofocado las últimas fugas de agua en la nueva tubería…, apenas disfrutaron de unas breves horas de solaz. Marcharon casi de nuevo al Sur sin el agua cristalina, sin las cascadas en sus retinas, sin el pulpo y el “albariño” en sus adentros, sin la Galicia profunda en su memoria. Su donación y entrega superó los límites a los que Córdoba nos tiene ya desde hace años acostumbrados.
Línea de lápiz
Dos metros y medio de tabla, una sierra rugiendo con estruendo y una larga línea de lápiz a perseguir. El hierro siempre vence con holgura a la madera. Si nos despistábamos la tabla se malograba, no cuadraba después en el gran panel. La atención había de centrarse por lo tanto en ese filo inclemente. Puro ejercicio “zen”. Nuestro patrón, nuestro hermano nos fue confiando los diferentes filos. Al final incluso la atrevida radial amputando los tornillos desmadrados era en nuestras manos con su consentimiento.
Algodón inmenso de nubes bajo el asiento. Atrás once días de labor manual sin rojo de fiesta. Escribimos felices tras la tarea que por ahora hemos consumado. No hubo literatura al término de unas jornadas que sólo vestían buzo y guantes de trabajo, en las que el sueño nublaba los apuntes de la cabeza, frenaba la más breve crónica. Tecleamos contentos desde el avión rumbo a Barcelona, desde unas alturas en las que se confunde el estruendo del aparato aquí arriba y el de la sierra allí abajo; en el que se mezcla la gloria de estos cielos y el recuerdo de los que también vivimos a ras de tierra entre el verde exuberante. Siempre seguiremos la vía recta del lápiz, el Sendero del que no osaremos tampoco desviarnos.
Velouriz acoge ya con dignidad. Gracias al Misterio Inombrable que fortalece nuestra voluntad, insufla sin descanso nuestras almas e ilumina nuestras mentes. Siempre, siempre gracias Mercedes, Tona, Cosqui y Manolo, también por supuesto Rafa y Jesús que tanto dieron. Gracias de corazón a cuantos ya con vuestras aportaciones económicas, de material útil, de tiempo..., ya con vuestro aliento estáis estáis posibilitando que esos prados gallegos empiecen a florecer. ¡Seguimos unidos en esos y en otros prados, en éste y otros tantos proyectos de Luz, en el Trabajo Uno al servicio de la Aurora!
* Si Dios quiere, en primavera y en verano organizaremos nuevos campos de trabajo. Deseamos poco a poco mejorar las condiciones de acogida en Velouriz. Si os animáis a participar no dejéis de contactarnos (606695452). Valoramos especialmente las personas con perfil cualificado en construcción, electricidad y fontanería. Muchas gracias por adelantado. En lo que a la acogida se refiere, aún no estamos instalados de forma permanente, pero el lugar está ya disponible para quienes deseéis pasar unos días de retiro y recogimiento en un lugar especialmente bello, si bien en condiciones aún austeras.
23 de Marzo de 2024
DE SILENCIOS, PARQUES Y TERMO
El bus me deja en el puro centro del gris asfalto, pero enseguida pregunto en la ciudad desconocida por el ancho verde. Las ciudades son salvadas por sus parques y jardines, por la paz, por el silencio, por la naturaleza que podemos encontrar en ellos.
Un banco en la ciudad, un lugar tranquilo donde restablecer el cuerpo, nutrir también el alma y ordenar la cabeza. No cambio mi termo y mi recogimiento por el mejor restaurante. El firmamento Michelín bien podría estar más en la sencillez, en el agradecimiento interior, que en la sofistificación de fuera. Por lo demás, en algún rincón habrá que empezar de nuevo de cero, aclarar las ideas, elevar los pensamientos. Banco, árbol, silencio, paz… son combinaciones cada día más caras, más difíciles de encontrar en la gran urbe. He desembarcado en ella tras doce días asalvajado en Velouriz.
En el parque soy uno con todos los que caminan, corren, leen, comen y sacan a los perros, también con los testigos de Jehová que se aburren junto a las palomas. Benditos sean los parques y la paz imprescindible que nos regalan en mitad del barullo. Velouriz necesita muchas horas en bancos tranquilos para pensarlo y repensarlo, para visualizarlo reluciente. Para que el proyecto florezca habremos de buscar muchos jardines de por medio. El futuro de hermandad al que aspiramos requiere de mucha meditación y reflexión, sobre todo mucha pureza de Ideal y Superior ayuda para que pueda salir adelante.
CADA INSTANTE ORACIÓN
Del dicho al hecho hay mucho, mucho trecho, pero no deja de ser nuestro objetivo.... A veces podrás cerrar los ojos para imprimir si cabe más intensidad al instante. Todo en nuestras vidas puede devenir oración. Dependerá de la intención que pongamos a cada momento. Si imbuimos el presente de agradecimiento, de devoción, de conciencia…, la vida puede llegar a convertirse en una eterna oración. No necesita marcar momentos especialmente sagrados, todos lo son.
Reconozco que la vida aquí en la finca de Velouriz (www.velouriz.org) es más difícil a nivel de confort, pero también es más fácil para que devenga intensa y plena, en definitiva oración. Días como hoy de verde y de sol, pueden atraparte en una melopea sin fin.
Cuando la vida alcanza su debida atención se sume en un gozo que no deseas dejar. Asearte en el prado con el sol enfrente puede ser un sencillo y a la vez bello ritual que no te hará extrañar el baño azulejado. Ir a por el agua al pozo, recoger la leña, encender el fuego, comer al al aire libre…, puede devenir oración, por más que la mayoría de las veces olvidamos esa oportunidad que nos presenta el Misterio. Practicar el recuerdo de nos, la atención continua; tomar conciencia de que cada instante, cada gesto, cada paso, cada pensamiento.. estaba destinado a ser ofrenda, es algo de lo que nos proponemos hacer aquí, en Velouriz.
Ha cesado el martillear constante de la lluvia en el frágil techo de la caravana. Hace sol y sus rayos de invierno tienen ya la fuerza suficiente para acariciarme el rostro. Hay silencio, paz, la despensa está llena y el pozo rebosa agua tras las últimas lluvias. A la tarde astillaré troncos para que el fuego prenda con facilidad… Tengo un libro maravilloso, “El libro secreto de Jeshua” que me puede clavar durante horas sin inmutarme, que me puede llevar a las más enhiestas alturas, en la mejor compañía que pudiera soñar…
Reconozco que más difícil es que la adversidad devenga oración. Es cuando tomas conciencia de la distancia que aún nos separa de las Grandes Almas. Nada absolutamente Les turba. Con absolutamente todo son capaces de hacer oración. He ahí la alquimia reservada a los Iniciados que un día también seremos.
PIEDRA A PIEDRA
¿Cuánto tiempo aguantaremos sin caer en la tentación? Tienta comprar esos bloques grises, grandes, feos, uniformes, fiel encarnación de la civilización de la prisa. Por ahora reconstruimos con piedras. A cada hueco le corresponde una particular piedra, sólo hay que encontrarla. Siempre acaba llegando y encajando.
Levantando la ruina nos conectamos con los antepasados. Escogemos las piedras, las limpiamos, las acariciamos, las probamos en el hueco correspondiente… El trabajo tiene algo de vinculación con quienes nos precedieron. Reconstruir con piedra es de alguna forma honrar a las generaciones que en el ayer desplegaron ese esfuerzo ingente. Nuestros antepasados no cogieron ningún coche, no pusieron dirección a ningún ni Bricodepot, ni Leroy Merlin. No pasaron por otra caja que no fuera la del trabajo arduo y sostenido. A su forma, todos los materiales los pidieron a la Madre Tierra.
Vamos conociendo cómo se hace eso de los muros que nos amparan y nos protegen de los inviernos. Ensayamos no tener prisa, no desenfundar el móvil y llamar al camión cargado bloques. Aprovechamos por lo tanto las piedras que nuestros mayores escogieron, limpiaron y tanto valoraron. Alzar las piedras y colocarlas con cuidado en el lugar preciso puede llegar a ser una suerte de oración a la Tierra, nuestra Madre. Al fin y al cabo gentil y generosamente nos cede sus materiales para levantar nuestros abrigos.
SIEMPRE ACOMPAÑADOS
La lluvia martillea con fuerza el techo de la caravana en la que me encuentro. El agua se cuela despacio y silenciosa por agujeros que nunca debimos haber hecho. Me arrimo a la pequeña estufa. Busco un punto de paz, seguridad y confort en medio de la ventolera. Hoy los muros derruidos prolongarán su espera de muchos años. Las ruinas lo seguirán siendo. No sumaremos más piedras a las casas derruidas que aspiran volver a ser. Me regalo la jornada junto al fuego. La lluvia y el viento impiden trabajos a la intemperie.
Me dedicaré a lo que sé. Mi albañilería es torpe, mis tabiques siempre panzudos y torcidos. No sé si lo nuestro era la argamasa de la obra, pero sí anhelamos sumar ladrillos al mañana que estamos entre todos y todas con ilusión construyendo. Ojalá la batería me alcance, el sol de ayer cargara lo suficiente el equipo solar. Quiero escribir muchas veces las letras de “la esperanza” en esta mañana de tiempo infernal.
Todos los días me duermo caminando con Jeshua por las polvorientas aldeas de la India o por las gélidas alturas del Himalaya (“El libro secreto de Jeshua” Daniel Meurois Givaudan. Editorial Isthar). El sueño limita no obstante la andadura. Creo que es Él Quien baja mis párpados cansados, cierra mi libro todas las noches. A la mañana siguiente sólo quiero escribir para la Aurora, a pesar de los mensajes agoreros que me llegan al móvil ya desde temprana hora. Me he se sumar a Su Peregrinaje en hora más saludable y temprana. Podré así tirar más kilómetros a Su Vera. Después, cuanto escriba recibirá Su Aliento.
Sólo de nosotros depende que nuestro recogimiento sea fecundo. Me encuentro aparentemente alejado del mundo, pero la unión con la humanidad poco tiene que ver con la distancia con respecto al trajín de nuestros hermanos. Hay retiros colmados de ingente compañía. A veces es en la profunda soledad cuando se afianza la comunión global, es en medio de ella cuando nos permitimos traer a nuestra mente a tantos seres con quienes compartimos un presente único; cuando reparamos en nuestros compañeros de viaje en esta hora singular.
Trataremos de caminar, pernoctar, amanecer..., observar siempre en Su Compañía. La lluvia, el viento y el frío que amenazan nuestras caravanas, nuestro ahora, pero nos sentimos acompañados. Las nieblas persistentes en las faldas del presente nunca ocultarán nuestro horizonte de fraternidad. La crisis profunda en todos los órdenes que atravesamos, era necesaria y previa a nuestro indudable y futuro renacer. ¡Que el amor a la humanidad en todas sus formas, colores, razas, religiones…, amor que no conoce preferencias, ni bandos, ni banderas en particular, guíe por siempre nuestros pasos!
MOTOSIERRA Y BOCHORNO
Hoy he talado tres árboles que se levantaban enhiestos y felices hacia el sol y los cielos. Seguramente no había otro remedio, pero no me encuentro bien con la motosierra en mitad de nuestro bosque de Velouriz. Siento, por el contrario, pesadumbre, bochorno. De hecho la máquina se me ahogaba una y otra vez. Una y otra vez la he debido andar encendiendo.
Los hermanos erguidos sentirían a la mañana, no sin razón, ¿dónde va ese hombre engreído?, ¿por qué lleva un filo con motor en sus manos?, ¿quién se habrá pensado que es...?, ¿con qué derecho aborta una vida de años en unos segundos...?
En realidad no me creo nada. Por supuesto pido permiso, pero no es suficiente. Cojo el árbol sentenciado entre mis manos, apoyo mi frente en su tronco y le doy todas las gracias que pueden salir de este corazón magullado. Acabar con cualquier orden de vida remuerde nuestra conciencia.
En el pasado, cuanto menos, mediaba el sudor y el esfuerzo de la sierra de mano. La tala era más meditada y selectiva. Ahora el esfuerzo es mínimo y el acelerador y su rugido se te pueden subir a la cabeza. Ese ruido infernal nos enseñorea. El problema es que estamos rodeados de muy eficaces motores y aún albergamos muy relativa conciencia. El humano constituye un peligro con poderosas máquinas en su manos, si no alcanza a darles un uso adecuado.
Milei, el nuevo presidente de Argentina, en su paseo triunfal por las avenidas de Buenos Aires, blandía el día pasado una motosierra alemana que le habían ofrecido desde el público. Yo era a la mañana un triste Milei avanzando por los senderos del bosque, sin clamor alguno, sólo sintiendo el terror de mis hermanos erguidos a cada uno de mis pasos.
¿Y si apagáramos las motosierras, pedaleáramos nuestros desplazamientos, hiláramos a mano, cultiváramos nuestros alimentos...? A veces cautiva en exceso la mirada hacia atrás.¡Demos infinitas gracias a Dios! ¡Nos pueda ayudar en el imprescindible discernimiento!
* Más información del proyecto en www.velouriz.org. Velouriz es un proyecto abierto, basado en el "Cuidado del alma", en el "Cuidado de la Tierra" y en la "Acogida". Si te motiva el proyecto puedes visitar la página web. Si te tienta probar estancia, te puedes comunicar con nosotros/as en el 606695452. En estos momentos iniciales necesitamos particularmente personas hábiles en fontanería, electricidad, carpintería y albañilería.
Velouriz 19 de Diciembre de 2023
PRADOS BLANCOS
Aún en medio de la oscuridad, una nariz asoma intrépida sobre la gruesa capa de mantas. Sólo desea sepultarse de nuevo bajo la lana. Husmea el frío ambiente y pide una prorroga a la “comandancia” para poder sumirse de nuevo en el sueño. Reina un frío helador. El amanecer viste de blanco los prados por cuarto día consecutivo. El hielo tiene la ventaja de volver transitables nuestros caminos de barro. Las caravanas sólo ofrecen una débil defensa ante las mañanas gélidas.
De momento toda nuestra actividad se centra en hacernos al invierno. Huyendo del frío hemos peregrinado de estancia en estancia. La cabaña de piedra ha quedado descartada. A la noche era la fiesta los ratones, por no hablar de roedores de más grueso calibre. Intentaba conciliar el sueño, pero su corretear me impedía echarme en los brazos de Morfeo. En realidad tiene que haber sitio para todos en este ancho y acogedor mundo, también para el Reino animal, también para los roedores.
Hemos estado durante cuatro días parcheando los agujeros de la caravana colectiva, le hemos atornillado decenas de tablas y colocado en medio una estufa de leña. Duermo ahora en ella. De día es una sauna y de noche el frío se ríe de sus paredes de juguete, pero algo funciona. La vida aquí es con esa pequeña "salamandra" más confortable.
Trato también de digerir de forma diferente la cuestión del ruido lejano de los coches y camiones. Ahora cuando los oigo, me acuerdo de que el mundo está ahí, la humanidad está ahí cerquita, yendo constantemente de un lado a otro. Sencillamente le envío mis mejores deseos y trato de no mortificarme por el ruido.
* Más información del proyecto en www.velouriz.org. Velouriz es un proyecto abierto, basado en el "Cuidado del alma", en el "Cuidado de la Tierra" y en la "Acogida". Si te motiva el proyecto puedes visitar la página web. Si te tienta probar estancia, te puedes comunicar con nosotros/as en el 606695452. En estos momentos iniciales necesitamos particularmente personas hábiles en fontanería, electricidad, carpintería y albañilería.
Velouriz 18 de Diciembre de 2023
¡OJALÁ MAÑANA JARDÍN…!
Quizás mañana jardín, pero hoy inmenso lodazal. Ojalá mañana prados de las más variadas y perfumadas flores, pero al día de hoy lluvia incesante, barro hasta las rodillas y cuerpos rendidos. De momento imponentes camiones que se hunden en la tierra blanca, excavadoras que pierden sus correas, averiadas al borde del camino, coches clavados en las zanjas. Mañana si Dios quiere verde espacio para disfrutar en comunión, al día de hoy pruebas que se suceden desde el amanecer hasta la noche…, pero no nos cabe la duda de que un día todo esto florecerá.
Dios quiera que mañana vergel donde encarne nuestra hermandad, donde despleguemos las danzas sagradas, las del mundo, la paneurritmia..., donde se abra el alma y campen nuestros cantos de gloria y agradecimiento, pero será preciso trabajar mucho… Ojalá mañana jardín, pero en medio de una lluvia inclemente, pedimos al Inombrable que nos inunde con su fuerza y coraje, sobre todo su Ideal para vencer las grandes dificultades que en cada momento están surgiendo. Gracias a Dios el grupo ha permanecido fuertemente unido en medio de las diarias contingencias.
Después de diez días literalmente sumidos en el barro, cobramos distancia para que el reposo recomponga nuestros cuerpos, sobre todo para que aclare nuestra mente, para atinar con los siguientes pasos. ¿Volver a hundirse en el barro o esperar a que cedan las lluvias era la disyuntiva en el arranque del fin de semana? Un catarro incipiente nos retiene finalmente lejos, junto a la estufa y brinda oportunidad de ordenar y compartir estos breves apuntes.
Trincheras de paz
En un acto de inconsciente orgullo les comenté a los compañeros que podría cavar las zanjas con la azada, sin embargo bastó una pequeña prueba para solicitar mi renuncia. Me he alegrado al ver la máquina desembarcar en nuestra finca.
Aún con la excavadora hemos debido ahondar, azada en mano, la blanda tierra gallega. Escribimos bajo la inspiración de un catarro cobrado en las zanjas de la paz. La intención es sana, noble incluso. En medio de un mundo en guerras hemos cavado trincheras para la paz, de paso también para el agua y la luz solar, pero no bastan los propósitos altruistas. Es preciso una planificación inteligente y a veces nos hemos llegado a sentir desbordados por todos los frentes abiertos.
Le decía a nuestro hermano Juango, nuestro jefe de obras, que quizás las zanjas eran excesivas para nuestras necesidades. Seguramente teníamos pendiente esa experiencia bajo tierra. Debíamos vivenciar la sensación de la trinchera; tomar plena conciencia al cavar para la paz, para la comunión. Al día de hoy, tantas trincheras se horadan para la guerra, para defenderse del semejante, para ocasionarle la muerte.
Un día hube de poner la ropa dos veces a secar en la chimenea. Hasta el fajo de billetes que tenía en el bolsillo de atrás para el transportista se caló por completo. Cuando se trabaja duro en una obra en mitad de otoño con barro hasta arriba, en algún lugar aguardan unas zapatillas mullidas, una moqueta, incluso una ducha caliente. Nosotros teníamos baño en un balde y meditación junto al fuego. De todas formas no faltaba después una cena alegre y caliente.
Fuegos
A Dios gracias estaba el fuego. Le ofrendábamos al atardecer nuestros cuerpos cansados, mojados y entumecidos. Le confiábamos también nuestras oraciones. Nos aguardaba todos los días robusto, vigoroso para secar la ropa empapada, sobre todo para recordarnos la luz que en todo momento nos ha de guiar. A Dios gracias, junto al gran fuego fulguraba la pequeña llama de la vela, tímida casi insignificante, sugiriéndonos que todo este esfuerzo es por y para el Gran Espíritu, por y para la Gran Comunión. Si no fuera por estos fuegos, por el físico y por el espiritual no hubiéramos podido.
Pronto, si Dios quiere, cabañas y caravanas henchidas de luz solar, pronto se acabará eso de acarrear grandes bidones de agua en la carretilla; pronto si Dios quiere grifos de agua a la vera de nuestros pequeños habitáculos, un poquito más de confort en el arranque de esta aventura colectiva. Como es natural, los hermanos técnicos han querido la excelencia. Hemos apostado fuerte con las nuevas conducciones, por más que no sabemos si nuestro potencial humano y nuestros bolsillos estaban preparados para la excelencia.
Sostenidos
Han marchado todos los compañeros. Hemos culminado el trabajo de colocar agua y luz. Juan Carlos corrió a por el avión rumbo Valencia. Horas antes unía bajo la lluvia inclemente los últimos cables. Juango y Chema volvían a Soria después de haber colocado a los enormes depósitos todos los correspondientes tubos. Ahora me entretengo haciendo surcos en el barro para que la lluvia resbale y no inunde, pongo piedras en el lodazal para pisar mañana en firme. Han de desembarcar, si Dios quiere, muchos hermanos.
A veces unas sencillas carretillas de gravilla sobre el inmenso mar de barro pueden llegar incluso a representar un cierto progreso. Con los pies hundidos en ese barro durante horas, uno necesariamente se preguntaŕá si estaba en el itinerario todo este esfuerzo físico. A Dios gracias, pese a la humedad y el frío no hemos enfermado seriamente. Nos hemos sentido sostenidos, de lo contrario estos cuerpos débiles no hubieran podido aguantar ese duro trabajo bajo la lluvia durante más de diez días.
Los grandes paneles absorben la luz bonancible del sol, cargan sus baterías de litio con esa energía tan noble como inagotable. Los grifos arrojarán agua sin cloro y la incipiente comunidad esperanza sin tacha.
Gracias de corazón a Juan Carlos, Juango y Chema por todo vuestro esfuerzo desmedido, hasta la última luz del último día. Con vuestra ayuda generosa e impagable hemos creado junto con Poli y la ayuda puntual de nuestro amigo Javier, las condiciones para que cuando pase el invierno podamos ofrecer un mínimo de habitabilidad, realizar las primeras convivencias, dar nueva vida al lugar. Por último manifestar nuestro más profundo anhelo de que Luis, Marisa y Selene recuperen, más pronto que tarde, su salud y se puedan reenganchar al proyecto. ¡Dios lo quiera!
* De cara a los próximos emprendimientos, buscamos fontaneros, electricistas y carpinteros. Prometemos buena comida y cobijo. Dios quiera que también la climatología ayude.
Coruña 28 de Octubre de 2023
DE PERDÓN, CASTAÑAS Y RUINAS
Hoy el fuerte viento me obsequió con cosecha añadida de castañas de nuestro propio bosque. Es el mismo viento huracanado que ahora juega con la caravana en la que me encuentro. En realidad, escribo para distraerme, para olvidarme de estas virulentas embestidas de las sílfides, para ahuyentar el temor de que se lleven por delante este frágil habitáculo en el que ahora me encuentro.
Hoy también vacié de zarzas unas ruinas. La hoz ayuda a soñar. Al cortar los frágiles tallos encendía con la imaginación la llama del futuro hogar. Pensaba en los que allí vivieron y se calentaron, en el futuro fuego que nosotros, si Dios quiere, allí mismo entre las viejas piedras también prenderemos. Pensé en su mundo limitado, ceñido a espacios diminutos, sin vehículo a la vera, sin posibilidad de huir a comerse las castañas en un lugar libre de viento huracanado.
Con la hoz en mano pensaba también en la carta que recibí hoy. No creí que se avezaría tan pronto. Ello dice en su favor. Siempre hemos de hacer por acercarnos al prójimo con quien hemos pleiteado. ¿Con cuál de las múltiples cartas que le escribí finalmente le contestaré? Tengo que perdonar... No puedo pedir a los demás los gestos que yo no soy después capaz llevar adelante. La escritura pierde su brillo y fulgor privada de actitudes consecuentes. No puedo detener los bombardeos sobre Gaza, pero sí dejar oxidar mis propios misiles domésticos de más corto alcance.
Si perdono además callarán todos los vientos, los que levantan los devas y elementales airados, los que soplan nuestras personalidades a menudo no menos enardecidas. He de perdonar... El perdón traerá días de calma, abundancia de cosechas y viejas ruinas de robusta llama devueltas a la Vida y a los cielos.
Velouriz 1 de Noviembre de 2023
SOLEDAD SONORA
De repente todo se detuvo ante esta soledad tan habitada, frente a este inmenso prado de Velouriz. Sin embargo el silencio emerge sonoro, acerca momentos gratos. Los ecos de los cantos, de las músicas y de la comunión florecida en las danzas nos acompañan. Tantos recuerdos felices vividos en Tierra cátara desfilan sobre este fondo de paz y de gratificante verdor.
La primeras castañas se precipitan al suelo empapado de nuestra nueva finca con todo el peso de la añoranza. Septiembre siempre ha de cargar con el peso desmesurado de la nostalgia. Le corresponde dejar atrás todos los momentos gratos vividos en el verano. Como si ya no volvieran a ser, como si la fraternidad fuera algo efímero, fugaz, siempre limitada a un instante ya pasado.
…y embargo hay una fraternidad que se prepara que no conoce septiembres, que no sabe de interrupciones, que se prolongará sin tiempo. Hay una comunión que nos aguarda, que hemos de construir dejando en el empeño todo el lastrante peso de nuestra personalidad inferior y sus desmedidas nostalgias.
Velouriz 4 de Septiembre de 2023
¡OJALÁ…!
Ojalá un día florezcan estas campas, alberguen comunión humana, acogan círculos de oración, canto, danza.... Quiera Dios que el proyecto en el que tanta ilusión, ahorros y esfuerzo hemos puesto, prospere… De momento es altar íntimo cuya belleza eleva hacia lo más alto mis anhelos. De momento pediré, embelesado por la paz y la armonía de este lugar ya propio y por lo tanto compartido, que todos los humanos encuentren esta suerte de felicidad austera, que todos mis congéneres puedan gozar de una vida sencilla, natural, en conexión con la Tierra, Nuestra Madre, una vida por ende, necesariamente dichosa.
Mi más ferviente deseo en este atardecer tan colmado es que más y más seres establezcan la conexión con su alma y así gocen con la comunión que ya es de todas las almas, por supuesto con el Alma Una de la cual todas procedemos y en la cuál tenemos nuestro Ser.
Velouriz 2 de Septiembre de 2023
"TOLDO" ERA PASAJERO
"No sólo el 'toldo', en realidad 'todo' era pasajero... Evito obsesionarme con el mañana. No sé si las estacas resistirán, si el viento se mofará del toldo, si la Vida, siempre la más sabia, una vez más de nosotros..."
Aunque la tierra está húmeda y blanda, el hacha se encuentra desafilada. A duras penas saco punta a los grandes postes de madera. Quizás las piedras de viejo granito que recojo alrededor ayuden a apuntalar las estacas. ¿Resistirá el avance que trato de levantar los primeros y audaces vientos del otoño? Siento un "dejá vu" al desriñonarme con la azada, como si en esta vida hubiera frecuentado otras veces este "kilómetro cero", este arranque de nueva vida; hubiera buscado este ideal que nos sobrevuela y que una y otra vez tratamos de atrapar y encarnar. ¿Cuántos intentos comunitarios quedan ya a las espaldas, hemos dejado en otros parajes de ensueño…?
No me pesa. Pongo excelente música ante el prado inmenso y trato de regalarme la sensación de que todo está bien, de que las ampollas que ya ahora brotan en las manos del teclista y torpe escritor eran las acordadas. Hemos de construir obviando los resultados, hemos de levantar conscientes de lo efímero de las cosas y las construcciones, de que seguramente esa conciencia que tratamos de poner en el instante del trabajo, ese agradecimiento que incluso llegó a asomar a los labios, será lo único que nos llevaremos. Nos llevamos el instante sagrado, pues cuando todo está izado, puede esconderse agazapado un fuerte y sorpresivo viento con su enseñanza en retaguardia.
Una vez más, en esta mañana radiante que nos ofrece la nueva finca de Velouriz, el momento apurado en plena atención, se revela como el fin último y duradero. Evito obsesionarme con el mañana. No sé si las estacas resistirán, si el viento se mofará del toldo, si la Vida, siempre la más sabia, una vez más de nosotros. No sé si el grupo se manifestará lo suficientemente fuerte para persuadir en firmeza y unidad… ¡Ojalá! ¡Dios lo quiera! De momento, toda esta belleza circundante limpia mi alma a grandes restregones. Hay una imprescindible ITV íntima que a menudo te sorprende sin necesidad aviso en el móvil. No tengo un momento de meditación en particular, procuro que el día entero devenga una meditación sin principio, ni fin.
No sólo el "toldo", en realidad "todo" era pasajero. Debe ser la "impermanencia de las cosas" que una y otra vez nos recuerdan con acierto los de túnica azafrán. Los proyectos, las edificaciones, los emprendimientos…, los pueden barrer los temporales, pero también el desencuentro humano, la enfermedad agazapada, la urgencia que emerge en otra geografía… Hemos de izar sabiendo que estamos de paso, hemos de levantar austero, desapegado, sencillo, pues de esa forma mermará el dolor cuando de nuevo el motor en marcha, cuando haya que volver a cavar la tierra e hincar el madero con otra hacha, ojalá más afilada.
Velouriz (Coruña) 8 de septiembre de 2023
¿Y AHORA QUÉ...? ¡AHORA VELOURIZ!
Volvemos contentos tras unos días en la finca. Hemos logrado meter tres caravanas. El mínimo confort ya está asegurado en medio de esos prados colmados de verdor, preñados de futuro.
El largo viaje permite disfrutar revisando lo que hemos avanzado estos días, así como proyectar y soñar cómo pueden ser los siguientes. Observo lo importante que es tener en la mente un proyecto ilusionante, ya para la Gloria de Dios, ya para el servicio a nuestros hermanos.
Necesitamos algo alentador, un Intento con mayúsculas que imprima sentido a nuestros días. Las letras, la literatura se pueden inflar, pero no es fácil que por sí solas alcancen a llenar todas las anchas paredes de una existencia. A menudo me he preguntado si podía bastar la literatura para sostener una entera encarnación. Para sostenerla quizás sí, pero seguramente tornará insuficiente para inundarla de Vida.
A veces me parece imposible después de tantas vicisitudes, tras tantos y graves problemas y dificultades en la última racha, nos encontremos ahora ante un proyecto grupal tan alentador y motivante. No paro de dar gracias a Dios. Tantas veces se grabó en nuestros oídos la pregunta involuntaria, pero sumamente interpelante: “¿Y ahora qué…?” Construíamos un espacio de fraternidad ceñido a unos días escasos, bajábamos el Cielo a la Tierra sólo de prestado, incapaces de instalarlo y aposentarlo en el futuro…
Cuando este año, con inevitable pena, despidamos el campamento, cuando cerremos la peregrinación, cuando nos resistamos a romper el círculo y queramos dar continuidad al abrazo..., no se apagará el rostro. En el triste momento de las despedidas, habrá, siempre hay, quien nos emplace, quien formule el temido “¿Y ahora qué…?”
Por primera vez en muchos veranos podremos anunciar que por fin hay continuidad, que el gozo de nuestra vida compartida no queda constreñido a esos días confinados. Podremos decir bajito, como se merecen las importantes buenas nuevas: “Ahora perdura esa comunión, ahora sigue el círculo, ahora Velouriz…”.
* Quienes queráis contribuir al proyecto os facilitamos un listado de elementos que nos sería de una gran utilidad en esta primera fase de arranque. Aceptamos muy agradecidos la donación para Velouriz de: desbrozadoras, generadores de gasolina, estufas de leña, cocina de gas, placas solares, herramienta de carpintería, albañilería y fontanería…
Velouriz 20 de Julio
"VELOURIZ YA ESTÁS AQUÍ..."
No hay más "Tierra prometida" que la que juntos, con la ayuda del Cielo, somos capaces de visualizar, sembrar, construir y consagrar. Las casas rodantes se empiezan a apostar bajo los recios robledales. Las hemos anclado firmes, para largo tiempo.
Felizmente estamos encontrando mucho interés por Velouriz. Los amigos/as nos preguntan por el proyecto y en realidad tenemos poco por decir. Sencillamente está todo por hacer, todo por levantar. Queremos cuidar la Tierra, nuestra Madre, queremos cuidar nuestra Alma y deseamos mantener la cancela abierta, proporcionar acogida. Queremos alabar juntos al alba y al ocaso del día. Ensayaremos vivir más en grupo, más en oración, en danza y comunión. Anhelamos en ese ensayo dejar por el camino buenos trozos de ego, de personalidad combustible; reemprender a conciencia un reciclaje de nuestra condición inferior.
El kilómetro cero entusiasma y asusta a un mismo tiempo, pero las caravanas de octava mano proporcionan ya su cobijo, incluso su tímido grado de confort. El verano y sus amaneceres desbordados de vida y su luz prolongada terminan de exaltar los ánimos. Nos inunda la satisfacción de intentar levantar algo hermoso y renovado.
Ofrecemos unos anchos prados y bosques autóctonos para el mañana, para el futuro más sostenible y consciente, para quienes quieran en este espacio levantarlo.
Velouriz 15 de Julio
CARAVANAS
Las gotas de rocío diminutas y brillantes pudieron con el camión imponente. El camionero pisaba el acelerador, pero las gotas insignificantes insistían en frenar el mastodonte. Hemos pasado hoy a la mañana momentos apurados. El enorme vehículo derrapaba a la salida de nuestro terreno. Estamos sembrando de caravanas el ancho prado. Ya hemos metido dos, el lunes si Dios quiere, llevaremos una tercera.
Estamos creando mínimas condiciones para poner a caminar el proyecto. El camión finalmente con tablones de madera y arena delante de las ruedas venció al rocío, salió del apuro, tiro para adelante. Nosotros también, siempre el Cielo presente , saldremos adelante. Florecerán estos prados para la gloria de Dios y el servicio al prójimo. Hoy vinieron las cigüeñas para confirmarlo, los hermanos alados, que se pueden observar en la imagen, se acercaron para aseverarnos que apuntamos en la dirección del futuro.
Estamos plantando en el inmenso verde caravanas modestas de segunda o tercera mano pero capaces de albergar vida sencilla, austera, retirada. Ahora estamos creando las condiciones para después, allá por finales de septiembre, terminar de aterrizar.
Ven, si anhelas cuidado de Tierra y del Alma, si albergas voluntad de comunión. Te estábamos esperando...
Velouriz 8 Julio de 2023
EL VOTO DE CADA INSTANTE
La papeleta es sólo una de las infinitas formas de votar. Votamos, no cada cuatro años, sino a cada instante con la amabilidad que no cede, con la compasión que no se desgasta, con el cansancio y la queja que no nos vencen. Votamos cuando damos el paso en la puerta, la razón en la discusión, cuando sonreímos en la calle, cuando sembramos esperanza y regamos huerto sin química, cuando adquirimos ecológico y no necesariamente barato…
Votamos cada día con la cesta de la compra, con el lugar donde descansa el ahorro, donde se funde la nómina, pero también con la carrocería y los caballos del coche, con cada pedaleo bajo la lluvia, con la forma de desplazarnos al trabajo, con el saludo que brindamos a los compañeros al abrir la primera puerta del día. Votamos con el cuidado por supuesto de nuestros más cercanos, con la caricia que sobrevive, con la ternura que se traga los años y no sucumbe a la monotonía, con la fortaleza a la que nos invita toda adversidad, con la alegría que debemos a quienes nos rodean.
Votamos cuando comprendemos, empatizamos, sumamos, unimos, abrazamos… Votamos cuando tratamos de ser y no necesariamente tener, cuando optamos por una vida sencilla y por lo tanto austera, de forma que quepamos todos y todas en este bendito planeta. Estamos continuamente optando y votando en un mundo en que debieran empezar a desaparecer los colores fundamentados en las ideologías y aflorar las fuerzas y movimientos en torno a valores y objetivos compartidos.
Ya votamos si al atardecer recogemos las astillas del bosque para prender el fuego del hogar, si el sol alimenta nuestra vida y pequeñas máquinas. La vida ghandiana que prescinde de todo lujo ya constituye de por sí un potente voto con muchas derivadas. Creemos en el retorno a la Madre Tierra, en la comunión humana. Creemos en el respeto y atención sagrada que debemos a los reinos animal, vegetal y mineral. El otro mundo posible a veces va en el sobre salmón y blanco, a veces en una carta de amor a la creación y a la entera humanidad, a veces en un teclear sensible, un sellar la paz en nuestras Ucranias más cercanas con las personas con las que confrontamos.
Las ideologías que nacieron en el lejano XIX debieran ceder en el empeño de modelar nuestro mundo. Cumplieron su misión. Una clase obrera explotada tenía que organizarse para conquistar dignidad. Las fuerzas más conservadoras se aliaron a su vez para intentar que nada cambiara, pero seguimos utilizando unas formaciones de otro marco y circunstancias, de otro tiempo para intentar ganar el mañana. La ideología y el sistema de partidos fragmentan y crispan hasta el punto que ya no le tenemos ganas al hemiciclo tras los leones, que la bronca parlamentaria nos supera y ya dudamos encender el noticiario. ¿Era tanto cuestión de rojo, azul, morado, amarillo, naranja… o era de cómo nos unimos de una vez por todas para salvar el futuro? ¿Era Sánchez, Feijó, Belarra, Díaz, Abascal… o era cuestión de sumar muchos más apellidos para detener el cambio climático, la guerra, las dictaduras y opresiones de todo orden, la conculcación de los derechos humanos… y asegurar la igualdad de oportunidades, la libertad, la democracia, la sostenibilidad, sobre todo la vida en el planeta para las próximas generaciones?
Mi urna está a 700 kilómetros. No sé si la alcanzaré el próximo domingo. Muchos gases, exceso de CO2 para un solo voto… En realidad, ya hemos votado. Con las manos manchadas de mortero, sobre una larga escalera, cuadrando piedras derrumbadas, retornándolas a vetustos muros…, ya manifestamos nuestra opción. Reconstruir ruinas con fe y argamasa amable de cal, arena y agua, era otra forma de expresarnos.
No aliento ni mucho menos la abstención. No estamos de vuelta de nada, menos aún de la necesidad de compromiso. Lamento la distancia ahora hasta mi escuelita electoral. Creo que hay que apostar por las opciones que, si quiera tímidamente, apuntan hacia los valores supremos de solidaridad humana y de amor a la Tierra nuestra Madre, formaciones que hayan superado el caduco paradigma de la confrontación humana. No soy por lo tanto antisistema, las ínfulas libertarias de la juventud fueron cediendo. Tengo mi edad y creo en este orden político y social. Ni mucho menos es el mejor, pero es el que tenemos, el que se ajusta a nuestra conciencia hasta el momento desplegada. Evolucionaremos y nos dotaremos de otro orden más elevado, pero mientras tanto no podemos destruir el presente. Sobrevendría el caos.
No correré hasta mi urna navarra, pero no paso, no pasamos. Pronto llegarán mis compañeros con la herramienta y ganas de tragarse el mundo, al día siguiente el camión con la arena. No puedo escaparme a cumplir con el deber ciudadano. Hacen falta por lo menos tres en el andamio. Nos sentimos más comprometidos que nunca; más manchados, sudorosos, agotados, entusiasmados… al cabo de cada jornada en la que intentamos poner las bases de aquel sueño.
Velouriz 22 de Mayo de 2023
VELOURIZ, ARRANCAMOS...
Prometimos a la salida de la Notaría dar cuenta del proyecto en ciernes. Respondemos a ese compromiso, no sin antes agradecer la multitud de apoyos recibidos por uno y otro medio a lo largo de los últimos días.
La finca que hemos adquirido se encuentra a 5 kms. del Melide, Camino de Santiago, en la provincia de Coruña, concretamente a 58 kms. de Santiago de Compostela. Hemos comprado nueve maravillosas hectáreas de bosque autóctono (robles y castaños) y prados. En el pack va incluida una colección de ruinas y una cabaña madre en la que ya hemos prendido el primer fuego y ahora estamos cobijados.
Tenemos verde inmenso para hacer florecer nuestros sueños, en realidad, no tenemos más. Sólo esas ruinas que podemos coronar con tejados y llenar de nueva vida. Partimos por lo tanto de cero. El proyecto que aquí muy brevemente os presentamos implica un enorme trabajo. Representa una apuesta a largo plazo. No tenemos prisa, deseamos mantener la voluntad sostenida y el rumbo siempre enfocado. Necesitaremos por supuesto la ayuda del Cielo y también de muchos corazones, voluntades y brazos. El grupo fundante lo constituimos siete personas, pero la mayoría en el último tramo de la encarnación, con lo que nuestra ilusión es poder legar el proyecto a las nuevas generaciones.
El proyecto de Velouriz, así se llama la finca, va a requerir mucho esfuerzo y recursos, pero arrancamos con la ilusión y el coraje que demanda una apuesta de esta envergadura. Sólo sabemos hacia dónde vamos. La futura comunidad deseamos que se asiente en los tres pilares básicos de “Alma, Tierra y Acogida”, es decir fomentamos un espacio donde se cuida al alma, donde se atiende el crecimiento espiritual, donde deseamos cultivar el espíritu en comunión. Deseamos por supuesto cuidar de la Tierra. Queremos testimoniar que una vida sencilla, austera, ghandiana en comunión con Nuestra Madre, no es sólo necesaria, sino imprescindible para caber todos y todas en este planeta. Nuestra espiritualidad se pretende abierta, inclusiva, universal, sobre todo impregnando el día a día hasta en los más mínimos detalles. Deseamos marcar ritmos de campana e interiorización.
Por último, deseamos que el mayor número de personas pueda disfrutar de esa comunión espiritual y de esa comunión con la Tierra. La vocación de acogida se basa en las puertas abiertas con la posibilidad de unirse al proyecto participando del ideario y volcando dedicación.
Deseamos enseñorear el círculo, no sólo de canto, de silencio, de danza, de sanción…, también de palabra y decisión. Queremos sentirnos copartícipes del proyecto cuantos nos manifestemos comprometidos e implicados. Queremos ensayar las nuevas estructuras horizontales del mañana, ir dejando atrás las viejas y ya caducas formas piramidales.
Estos próximos días vamos a adecentar la casita madre e instalar baños secos. Con el verano haremos un paréntesis, pues tenemos compromisos previamente adquiridos, pero en Septiembre arrancará, si Dios quiere propiamente la convivencia y el trabajo. Sentiros muy bienvenidos y bienvenidas a partir de entonces quienes comulguéis con los ideales brevemente expuestos. De momento y hasta levantar las ruinas o hacernos con las cabañas de madera, hemos de asentarnos en caravanas, movil homes, yurtas…
Quienes queráis contribuir al proyecto os facilitamos un listado de elementos que nos sería de una gran utilidad en esta primera fase de arranque. Aceptamos muy agradecidos la donación para Velouriz de: caravanas, roulottes, movil- homes, furgonetas todas ellas viejas o en desuso…, generadores de gasolina, estufas de leña, placas solares, ventanas, puertas, herramienta de todo tipo sobre todo de carpintería, albañilería y fontanería, menaje de cocina, mobiliario de todo orden, alfombras, mantas, material sobrante de construcción…
De momento no dispondremos de un espacio virtual estable, ni por ahora lo vamos a crear. Hemos elaborado dos amplios y detallados documentos. El primero en el que abundamos en nuestra visión compartida. Esa visión está basada en los tres pilares expuestos. El segundo documento es más de orden práctico en el que detallamos el funcionamiento de la futura comunidad y establecemos los protocolos de acogida y acceso a la misma.
Quien desee que se los enviemos nos facilita su mail y se los hacemos llegar. También por whaspap, solicitándolos al 606695452. Un abrazo fuerte, agradecido y fraterno de la parte de todo el equipo fundante.
Velouriz 18 de Mayo de 2023
ENSAYAR SUEÑOS
Pensamos que no llegaría nunca este día. Si Dios quiere, hoy martes por fin firmamos. Hemos hecho cientos y cientos de kilómetros para llamar a la puerta de una Notaría. Arranca una nueva fase de compromiso. Llegamos tarde a esa Notaría, pero queremos pensar que llegamos a tiempo. Hemos cometido grandes errores hasta ese timbre. Queremos creer que hemos pagado y aprendido.
La Comunidad, ese sueño imposible había que comenzar a ensayarlo algún día. No era imprescindible aguardar a un nuevo vehículo corporal, a una supina preparación interna, a unas condiciones exteriores más favorables… El kilómetro “0” es a menudo exigente mandato del alma. Queremos creer que el Cielo nos asistirá en este reto. Queremos pensar que el proyecto es noble y recibiremos superior ayuda. La vamos a necesitar en medio de los barros de la enorme finca, en medio de las innumerables dificultades que ya se han manifestado y de seguro se manifestarán en el futuro.
Ojalá el Cielo nos asista, pues la más grande ilusión que mora en nuestro corazón es el “Ven quien quiera que seas…” El “mantram” brota dentro insobornable a cada momento; nos hemos rendido a su dictado imperativo. Deseamos ofrecer abiertamente la pureza de un entorno sumamente bello, sobre todo la posibilidad de ensayar, aún con todos nuestros inherentes errores, ese mundo de hermanos y hermanas. Nuestras almas se puedan enseñorear en medio de la vital apuesta, de la bendita oportunidad, del mágico paisaje…, sobre el ego caprichoso.
Nuestro mayor anhelo es ver esas anchas campas colmadas de tiendas de colores, de compañeros y compañeras con ansia de comunión, de construir el Nuevo Reino. Ofrecemos nueve inmensas hectáreas para el “Cuidado del alma”, para el “Cuidado de la Madre Tierra” y para la “Acogida”. El aro sagrado de danza, de canto, de silencio y oración..., el círculo sencillo, austero, ghandiano, pero fuertemente hermanado, pueda florecer en medio de ese verde exuberante. La espiritualidad pueda salir de los círculos mercantiles y deambular libre por los prados. Las herramientas de desarrollo personal, las pautas de vida sostenible hallen un campo de desarrollo sin caja registradora a la entrada.
Hemos caído una y mil veces, una y mil veces pedimos perdón y nos levantamos. Deseamos a partir de este día poder servir más y mejor, más inteligente, cuidadoso y generoso. Hoy compramos prados y ruinas, muchas ruinas. Harán falta muchos corazones, voluntades y recursos para crear condiciones, para poder subir al castaño más alto y lanzar el “Ven quien quiera que seas…”
Felizmente nuestras vidas nos pertenecen cada vez menos. En su última etapa se pueda consagrar una entrega más pura y genuina. No tenemos veinte años, las urnas corporales se resienten, acercamos nuestras manos ya muy resecas…, pero todo ello lo ofrecemos entusiasmados, desde este mismo instante, para la Gloria de Dios Padre-Madre y su Plan Divino para esta Tierra bendita.
Lalín 16 de Mayo de 2023
EL SUV PUEDE ESPERAR
En el largo camino de ayer hasta Galicia pensaba que podía haberme echado a rodar por las carreteras con un potente SUV. Podía haber jubilado esta tartana con exceso de kilómetros, pero entonces los prados que hoy compraremos no florecerían.
Sólo con una pequeña parte de lo invertido en la finca para el proyecto comunitario, podía haber renovado mi viejo coche y haberme hecho con un flamante vehículo, pero entonces hubiera traicionado un destino, la aspiración de demostrar que una vida sencilla, austera, ghandiana, no sólo puede ser feliz y armoniosa, sino que representa el única opción para que quepamos todos en esta tierra bendita, la única solución para dar sostenibilidad a este planeta.
Hoy tocaba dormir en el viejo coche, muy cerca del notario donde, si Dios quiere, en unas horas iremos felices a firmar. Definitivamente la tierra no da para que sus 7.000 millones de habitantes nos pongamos al volante de un potente SUV. ¿Si todos y todas no pueden, por qué yo había de poder?
Lalín 16 de Mayo de 2023